Cada vez vez que me daba vuelta para contemplar la cantidad de gente dentro de ese anfiteatro, pensaba en vos y en aquel 6 de noviembre que por primera vez tocaste en nuestro país (en recital, ya sé que nos has visitado siendo más pequeña con la canción que te acompaña hace 20 años). Desde ese momento, supe que no pasaría un año más sin que vuelvas a visitarnos; desde ese momento supe, que los 12 años que esperé para verte, no habían sido en vano.
Como cada uno de los que te amamos, todo tiempo es poco... si te disfrutamos una hora, queremos dos; si tenemos dos, queremos cuatro... si nos visitas algunos días, queremos que te quedes meses; y si nos das a elegir, queremos el avión con vos con pase al Palacio de los Deportes para verte. Somos eternos insaciables de tu música. Y eternos agradecidos de tenerte...
Esperamos otra vuelta pronto, en el rincón de Argentina que elijas. Ahí estaré nuevamente para amarte tanto como el primer día...
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