...por el aMor de Los pasteles... : octubre 2016

"Las personas felices aportan algo a la existencia, por el simple hecho de ser felices crean vibraciones de felicidad. Valoraremos más este mundo cuantas más personas felices hayan."

by Vivi Canosa

Viviana visitó el hospital Garrahan, y se encontró con gente que convive con el dolor, la perdida, la angustia y la muerte todos los días; y que sin embargo, hacen hasta lo imposible para que a la realidad de los chicos -y sus familias- no le falte las sonrisas. Gente Positiva que crea mundos magicos de aquello que les da miedo...

Y cuando terminas de ver el programa sentís como te late cada vez más fuerte el corazón, porque te contagia ganas de vivir, de ayudar, de contener. Los ves pelear tan fuerte y con tantas ganas, que me da la impresión que quedarse sentado e instalado en la queja es hasta una falta de respeto.

Y a ella -a Viviana Canosa-, es verla en cada emisión como un ángel; esa que tantas veces espantó nuestros miedos, curó heridas, calmó dolores... es escucharla y sentirla tan cerca.

Si aún no viste el programa, podes ingresar a la página de fwtv.tv y disfrutar de la entrevista. Y si ya la viste, podes revivirla una y otra vez... estas cosas, hacen bien al corazón.

Siempre supe que mi voz de locutora no era "natural", que no nací con la fortuna de tener una voz preparada para que me pongan delante de un micrófono y deje con la boca abierta a más de unx; pero jamás dude de mi amor por lo que hago, de esas ganas imposibles de frenar con nada, para cumplir mis sueños; sabía que la voz se entrena pero que lo más importante era aquello que tenía (y tengo) para decir.
Sabía que iba a ser difícil trabajar y estudiar dos carreras, llegar con el presupuesto -y no se vlvió un problema gracias a Mariano-, y sobre todo con las horas de sueño; tenía en cuenta que es un camino duro, que el principal recurso de la profesión, mi voz, se vería afectada por todo lo que sienta... si estaba feliz, enojada, triste, acongojada o excitada, se notaba. Pero siempre tuve gente que confiaba en mí, y un ángel que incesablemente guiaba mis pasos; el mismo que me motivó a empezar porque me había instalado un amor por la radio que ya era imposible de disimular. Gracias, Viviana Canosa, por ser ángel, sostén, amiga, confidente... gracias por creer en mí cuando a mí me costaba hacerlo.
Con el pecho cargado de ansiedad, volví loca a Luciana Prodan que muy amorosamente atendía todas mis dudas, me acompañaba -como cada minuto- y parecía revivir conmigo aquellas sensaciones por las que ya había pasado en esos pasillos. Estudiando, preparandome, practicando... luché por mi lugar y hasta me di el lujo de rendir en el ISER y llegar a la instancia final.
A penas ingresé, me encontré con la otra mitad de este Limón -o mejor dicho, con un Limón entero que se parecía mucho a mí- que entendía mis ironías, se reía de mis chistes, me correjía con la rigidez propia de ella pero siempre cuidando de no lastimarme. Celeste Rewerski, pasó de ser el "rincón más seguro de ISEC" a formar parte del resto de mi vida.
Cuando en segundo año, la foniatra del instituto me llamó a plantearme la posibilidad de que quizás esta carrera no era para mí porque mi voz "no era radiofónica" después de un parcial, lloré con el dolor de sentir que me cortaban las piernas. Fui al baño, le mandé un audio a Canosa y le dije que no seguía, que me perdone, pero que ya no servía; con el amor y la paciencia que la caracteriza me pidió que me secara las lágrimas, que respire profundo y me prepare para el parcial que tenía en 10 minutos -de Locución- (sí, nos tomaban uno tras otro), "Yo confío en vos", me dijo. Celeste que para ese entonces ya no era mi docente, bancó tres horas de llanto por celular; y Vanesa Olivieri -profesora de PIR II- me recomendó a Debora Gutkin como foniatra particula, y no solo acertó con el consejo, sino que me permitió pasar de estar con las piernas cortadas a jugar con Messi -Sí, al igual que él, es la mejor del mundo en lo suyo-.
A veces, nos quejamos de estas cosas en su momento nos parecen tremendas, pero cuando la vida nos pega un sacudón, nos damos cuenta que poco valen las palabras ofensivas que tienen para decirnos. Empecé mi carrera completa, y para cuando la finalicé habían partido mi tía Irene, el tío Carlos (el mismo fin de semana), Darío, el abuelo Ucha, Morgan, Diego, Martín y mi papá... No se dan una idea la pelotudez que es que una mina que no te conoce te diga que no vas a cumplir tu sueño.
El día de mi último final -me recibí con PIR III-, era el aniversario de mi papá. Solci Rivero, que entendía perfectamente mi situación, no me abandonó ni un solo segundo -claro, como en la vida-.
A mis amigos en general les debo el amor con el que me acompañaron; mi querido #PutiClub (Pablo B, Solci, Pablo S, Tina), incluso Cecilia Gandolfo de quien creo que se merece ese diploma más que cualquiera; Viviana, Celeste, Luciana que estaba más ansiosa que yo ese día, Ochi... que comprende hasta mis silencios y me hace la vida fluída, Fabi con ese rol tan especial, porque es tan "mamá", a Alejandra B que con Ailu se bancaron mis dias de estudio, preocupaciones y cubrieron mí propio trabajo;
A mi familia, sobre todo a mi vieja y a mis sobrinos que son una de las cosas más lindas de mi vida.
A mis docentes, a los que creían en mí, a los que les daba lo mismo y hasta aquellxs que no me tenían fe. El proceso no hubiera sido lo mismo sin ellxs; sin Victoria L. que me dejase escribir con las alas puestas, sin Clarita que me permitió imaginar la Historia, sin Vanesa que me dejó hacer con pasión lo que más me gusta y entendió cada portazo del estudio enojada porque no salió como yo quería el programa; pero también gracias a todos esos no, a las carcajadas por mi sexualidad porque descubrí que cada uno tiene lo suyo pero yo no tenía tiempo para devolverle con la misma moneda -después de todo la vida nos coloca a cada uno en su lugar-, por las veces que me asaltaron la intimidad -vaya a saber uno con qué razón, porque después van al culto y se ponen a orar-. A todos, gracias.
Lo he dicho mil veces, no llegué sola hasta acá, si bien es cierto que he puesto mucho de mí para concretar este sueño -que de hecho, recien empieza-, fui una privilegiada de tener gente a mi lado que me sostenga. Y cuando quería aflojar, los tenía remarcandome que la vida seguía, que hay que pelear... y no podía hacer otra cosa tampoco, porque la vida que tengo me la salvó Canosa... en esos abrazos interminables que juntaron todas mis partes cuando lloraba hasta casi desmayarme.
Y la lleve conmigo también el último día. Avisé que era mi habilitante solo a la gente que lo merecía -y a la mina que le compré la ropa porque tenía que contarle porqué era TAN importante-; me llevé la remera con una foto ya de hace algunos años de Viviana -como en cada parcial-, y con Pablo B, dimos el último paso. Creo que si ese día no estaba Vanesa, nos comía la desesperación.
Maria Ester Sanchez es el nombre de quien nos tomó ese último exámen. Y no es importante por haber trabajado con Badía, ni siquiera por la trayectoria; no lo es por sus logros, Martin Fierros -ni sé si los tiene-... lo es porque porque toma ese exámen. Pero ser grande, G R A N D E es otra cosa. Para ser grande hay que mantener respeto de igual a igual, hay que haber comprendido eso de "lo importante y el resto", es necesario no ningunear a nadie, ni decirle que lo más grave del exámen de alguien es como da en cámara por su ortodoncia. Para ser grande hay que ser humilde -con todo lo que eso significa-.
Yo no terminé ese día llena de huevos y mi familia en la puerta; no hubo festejos, ni brindis... al contrario, estaba enojada, estaba completamente indignada. Con Pablo no hicimos más que abrazarnos y caminar las cuadras que restaban para poder volvernos a casa. A los días vi a mis chicos el segundo de locución que me asignaron para ser ayudante de Cátedra con Vanesa. Regalos, abrazos, carteles, globos... me fui con el corazón lleno de amor y la respuesta a por qué todo había valido la pena. ISEC además de ser el lugar que me formó como Locutora, me forma como docente y tengo el lujo de que sea junto a Vanesa.
Ayer, todo ese camino terminó, nos entregaron el diploma en una ceremonia no tan larga y amena -la verdad, se re portaron-. Me hubiera encantado tener a todos conmigo, pero eso no era posible desde el aspecto físico -pero los tenía adentro mio-. Luciana desde el hospital incluso pensaba en mí, Viviana me acompañó segundo a segundo remarcandome lo orgullosa que se sentía de verme así -ella orgullosa de mí, y yo no hubiera podido sin ella-, los "que re mil linda" de Ochi me dieron el valor de ir en vestido -aún cuando todos creían que en realidad yo era muy Carlitos-. Y allí, nuestros profes y Vanesa -que nunca fue a otra ceremonia- se vistió de gala solo para nosotros, sentados más atrás estaban Nano, mi vieja y Celeste sentados... Sí, Celeste... terminamos como empezamos: juntas y de la mano.

Ahora el recorrido es distinto... ahora, con el sueño cumplido alimentamos el amor por nuestra profesión.

Gracias a TODOS y cada uno de ustedes.

Laura Cardigonde.
Locutora Nacional.

...por el aMor de Los pasteles...

lunes, 31 de octubre de 2016

~Feliz vida Larita~

A MENOS DE UNA SEMANA DEL #CAOS

Cuenta regresiva, a 6 días del #Caos en Argentina

domingo, 30 de octubre de 2016

Cuenta regresiva, a UNA SEMANA del #Caos en Argentina

sábado, 29 de octubre de 2016

Cuenta regresiva, a 8 días del #Caos en Argentina

viernes, 28 de octubre de 2016

#GentePositiva ~Vivi Canosa en el hospital Garrahan~

Cuenta regresiva, a 9 días del #Caos en Argentina

jueves, 27 de octubre de 2016

Cuenta regresiva, a 10 días del #Caos en Argentina

miércoles, 26 de octubre de 2016

~Llamame LOCUTORA NACIONAL~