lunes, 24 de octubre de 2016

~AmarRados~ Cuando nos volvimos a ver con Milagros...

~Natalia Dal Molin~

Intensa, fuerte e impecable como el primer día. Milagros seguía con la mirada triste, las lágrimas corriendo en sus mejillas y cubierta por una bata azul empapada de tanto llanto; seguía rota, desgarrada por dentro, y sufriendo de amor. Milagros aún juraba poder sentir su olor, e imaginaba qué decían los vecinos cuando la escuchaban llamar a la puerta de él con tanta insistencia. Continuaba amarrada a un pasado, del que no se podía soltar... porque el dolor no la dejaba en paz. Y era el último día que nos veíamos, no había otra posibilidad; sabía el final, mantenía en mi retina imágenes de la vez anterior y esa voz aún hacía eco adentro mío, pero esperaba que cuando las luces se apaguen me diga que el amor no duele tantó como me contó. Esperaba, como todos los que aún buscamos engañarnos, pero el amor duele... o como diría Luciana Prodan, el amor ES dolor (y algunas cosas más) porque es como llevar a "esa" persona encarnada en el alma... pero aunque duela no quiere decir que permitas que te mate, "el amor se transforma en asesino cuando nos rendimos y nos volvemos suicidas", sentenció y me dejó con los ojos desbordados de lágrimas, pero con un suspiro que me decía que aún había vida. 
Amarrados terminó ayer de la misma manera que comenzó, siendo un éxito. O mejor dicho, terminó evolucionando, porque esa Milagros que cada función era distinta, crecía... 

Amarrados
Guión: Luciana Prodan
Milagros: Natalia Dal Molin
 







 

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