Lo llevo con orgullo hace 5 años, de hecho hoy es su aniversario. Y me sigue pasando que cada vez que lloro me tengo que secar las lágrimas, respirar profundo y seguir, porque no está en ese lugar de casualidad. Está en la altura justa de sus manos sobre mis muñecas; está por ese jaleo que hace unos años me salvó la vida... el que me dio las fuerzas y el valor todos los días para afrontar la vida, para que aún si me tiemblan las piernas, no me deje caer...
Gracias, Viviana Canosa.
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