miércoles, 8 de junio de 2016

~Ni unX menos~

Gino tenía 24 años y decidió irse porque creyó que con un pasaje de ida todo el sufrimiento iba a terminar. No pudo con el peso de los prejuicios y las palabras hirientes; no soportó una noche más de llanto esperando que las cosas cambien; no se bancó más cada sucia palabra con la que le carcomían el alma... Y es culpa de TODOS. Es culpa de esos discursos que nos exigen "ser como los demás", es culpa de la heteronormatividad con la que nos juzgan como anormales y nos miran con asco, es culpa de las familias que no nos enseñan a amar sin distición y nos imponen modelos continuamente, es culpa de cada heterosexual, pero es culpa nuestra también... de los putos, las tortas, lxs travas, transexuales y trangenero cuando por miedo no hablamos; porque salimos del closet y nos sentimos asustados esperando que nos maten, y vemos estas cosas detrás de la pantalla; es culpa de los que no nos defendemos cuando nos vomitan palabras con violencia; es culpa de los homosexuales más grandes que deberíamos amparar a los más chicos. Es culpa nuestra cada vez que nos sentímos avergonzados por decir lo que nos pasa y sobre todo cuando nos creemos las cosas que nos dicen. El amor JAMÁS es una verguenza, lo lastimoso sería pasar por esta vida sin haber amado...
Mi familia, siempre pregunta por qué o con qué necesidad publico "mis intimidades", por qué no puedo guardar para mí que soy lesbiana, que estoy enamorada y que esa mujer, a la que veo semanalmente, la quiero como mi compañía por el resto de mi vida. Y con la excusa de no ser lo que ellos esperaban de mí, recortan mis derechos: "No camines de la mano por la calle" llevo a mi novia por la vida... no solo por la calle y con muchisimo orgullo, "No la beses en público" cuando mira culos por la tv sin parar y les encanta el fetichismo, "Con mis hijos no hables de esas cosas" cuando deberían enseñarles que hay que AMAR a quiénes quieran pero AMAR -como diría mi gemelo, Martín Bettalemmi- ,"Me averguenza que mi hija sea vista como lesbiana" y a mí me lastima tener que admitir que todas esas veces que buscaron con ingenio palabras para herirme o no pensaron más que en ellos mismos, ponían en riesgo mi vida. Claro, como la familia de Gino, puso en riesgo la suya. Algunos han sacado pasaje de ida, y viajaron en busca de reconocimiento, o por lo menos PAZ; otros los mató la negligencia, y algunos continuamos aquí... luchándola. Y seguimos porque nos topamos con una mirada que nos tranquilizó y no nos dejó solxs; seguimos porque alguien nos sostuvo mientras a muchos nos han cerrado la puerta de nuestras casas; continuamos de pie por todos esos amigos que cuando les dijimos levantaron los hombros y nos abrazaron... 
A veces me pongo a pensar qué hubiera pasado si no existían esos amigos, si no estaba Fabiana que con amor siempre me protegió y está orgullosa de mí, y ¿qué hubiera pasado si no estaba Viviana Canosa?... No solo jamás podría haber conquistado esta porción de libertad, sino que practicamente no hubiese sido necesario, porque no tenía ni las fuerzas ni las ganas para seguir. Literal, la idea acá es no ser poeta, yo también me hubiera marchado. Y si hoy amo la vida es porque sé que la felicidad es una decisión, y es MÍA. (Eso también se lo debo a Canosa). 
No pedimos que nos acepten, simplemente que no nos lastimen. La gente se muere muchachxs... LOS MATAN, cuando cometemos la estupides de decir palabras sin pensar, y sobre todo, cuando esos que no piensan son tu propia familia. 

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