Una parte de mi se queda para que nadie sospeche nada y pone la cara ante las distintas situaciones. Trabaja, lee, estudia, responde preguntas, contesta sistemáticamente a cada cosa que se le plantea... pero es solo una parte. La otra se escapa, no se la banca para nada. Se avergüenza de lo que siente, se esconde a llorar en los rincones a fin de que nadie la vea. Le duele más saber qué le pasa que ocultárselo a si misma, por eso se va... para que de casualidad, o por buena suerte un día se levante y ya no la recuerde, o por qué no, esté junto a ella.
"y hace cuánto que estaban juntas?" le preguntó la parte racional a la insensata... "Dos cafés y dos vasos de cerveza" concluyó la emocional...
No hay comentarios:
Publicar un comentario