No sé en qué piensan o sienten ustedes cuando la persona a la que aman les regala "un ratito" de su tiempo; lo que yo creo es que no existe algo tal como "un ratito". Primero porque las mediciones son cuestiones nuestras, objetivos racionales del ser humano para mantener un orden a través de las mediciones, como cuando por ejemplo decimos que existen más de 10 mil km de Buenos Aires, Argentina hasta Santander, España; que el recorrido en avión de un continente a otro es de 12hs como mínimo; o que los veranos con 30° al norte de España son muchos más densos que en nuestro país; y que en el momento en el que me estoy acostando, el amor de mi vida vive su último tramo de sueño antes de despertarse. Son números, y muchas veces incluso son parte de la vida cotidiana -sino no llevaría en el reloj, la hora de ambos continentes-. Lo medimos TODO, hasta que el corazón golpea un poquito más fuerte y te das cuenta que efectivamente, los números son obsesiones nuestras, porque si el AMOR no entiende de cordura, mira si va a comprender de distancias y diferencias de horarios.
Segundo, porque el tiempo que nos regala la persona a la que amamos es algo que no volverá a recuperar; por eso, no es solo "un ratito" es parte de su vida. Como cuando ella me llama, o nos vemos por videollamada; al compartir series o películas; incluso si se levanta y me deja los besos de buenos días... y lo es también, todo ese tiempo que espera. Espera que me conecte, que salga del trabajo, que llegue a mi casa... Espera, aún pudiendo hacer otras mil cosas, compartirlo conmigo.
Y tercero, no sé que les sucederá a ustedes, pero la persona que yo amo, tiene la capacidad de romper hasta las mediciones y hacer que el "solo un ratito" desaparezca. Hace que cada instante de alegría se vuelva eterna felicidad; que si la conversación duró 2hs, mantenga la misma sonrisa por 12hs más. Y no sé cómo hace, pero en lo que llevamos de conocernos logró, que pase lo que pase, siempre... y para toda mi vida sea inolvidable.
Les deseo, que tengan la misma suerte...
Que sean tan afortunados como lo soy yo.
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