martes, 1 de noviembre de 2016

Repite 100 veces: "El amor puede".

Me enamoré de una voz, sin ni siquiera saber a priori quien era. No sabía su nombre; desconocía su edad, su carrera e incluso como era; lo único que podía confirmar era su sexo y ese sutil acento español. La busque con los medios que tenía disponible, y recorrí cada cantante español hasta saber su nombre: María Lucía Sanchez Benítez, Malú... para todos esos enamorados igual que yo. 
Seguí cada canción,  lloré cada historia de amor rota que le desgarraba la voz, hasta el día que lloré con cada canción porque la historia rota era la mía. La mostré fascinada; dediqué sus canciones; la miraba y me desarmaba. 
Quienes me conocen saben que no es usual en mí. Que no tengo fanatismos, lo que siento por San Lorenzo distinto; y para esos otros que confunden lo que me sucede con Canosa describiendome como su "Fan", también se equivocan -Canosa es mi sostén, un ángel, mi hermana mayor, una amiga incondional, quien me salva todos los días la vida, mi todo, el sentido de la vida, es otra cosa-. Por eso es raro escuchar de mí que "Si me toca Malú, moriría"... aún así lo sostengo hace años, y reitero: MUERO DE AMOR
Soñé durante años qué le diría, cómo sería mi reacción al verla, cómo se sentiría verla en un show en vivo... pero soñaba, porque entendía lo difícil que sería conseguir una cosa así; a tal punto que siempre decía que con mi primer laburo grande juntaría peso por peso para verla en un show de Madrid -n anhelo lo mismo-. De alguna manera, subestimé mi destino... ¿por qué no pensar que con tiempo ella estaría por acá?
Una decada pasó. Diez años esperándola. Hasta que se dio una vuelta por nuestro país para hacer prensa y se encontró con un mar de amor. En ese momento, no pude ir a verla a ningún lado... me quedé con los sueños a la mitad. Sin embargo, esta tierra la enamoró tanto que tomó la decisión de presentar su #TourCaos en Buenos Aires, no sé si van a poder imaginar la manera en la que lloré cuando vi el aviso de que vendría, que el 2 de septiembre estarían a la venta las entradas. 
Ese día, desperté a las 6 am esperando que habiliten la venta desde Tiketek. Insoportable, infumable, ansiosa, tediosa, caprichosa... así estaba esos días. YA quería la entrada. Para mi suerte, porque sola moriría, Ochi, con la paciencia a 100% me bancó (y banca) y aplacaba esos minis infartos por sentirme así; y para suerte para el resto también... estaría perfectamente indomable e histérica, por lo que fue super héroe para todxs. 
Con lluvia fui a retirar mis entradas, y con más lluvia aún cumplí la primera parte de este sueño innolvidable. Malú estuvo en Radio Vale antes de volar a Chile para el show del sábado, y ahí estaba yo también; empapada, con las piernas temblando y los ojos llenos de lágrimas. Cuando la puerta de la camioneta se abrió, sentí que me desmayaba, se me volvieron esos 10 años encima. La miré maravillada insoportablemente enamorada, y ella... lo sabía. Lo notaba por mi cara, las manos temblorosas, la manera en la que estaba empapada, el tono de mi voz cuando le dije "Malú" con la respiración entrecortada. Me sonrió, le sorprendió vernos bajo la lluvia, que no nos importara nada y dijo que volvería al terminar la nota. 


Finalmente me quedé con fotos, un hermoso autografo sobre un papel muy tierno que de casualidad llevaba en mi mochila, y la sensación de haber cumplido un sueño...


-"Te esperé 10 años..." le dije mirandola a los ojos y mi mano en su brazo.  -"...ya estoy aquí, vale. Gracias!" me respondió y yo no sabía como me sostenía. 
Analía, que se portó de MIL, me acompañó, sacó las fotos, retrató el momento intentaba calmar mi corazón que ciertamente... no podía más. 
Cuando subió a la camioneta, la gente se fué. Todxs esperaban ansiosxs poder entrar a Morfi y compartir con ella un rato, pero yo... debía volver al trabajo. Aún cuando la puerta de la camioneta estaba cerrada, me quedé mirando... ¿Qué esperaba? No sé, pero ahí estaba, muerta de amor y toda mojada, de pronto la puerta se abrió! alguien más debía subir. Le tiré un beso que ella devolvió con todo el amor del mundo... Algunos dirán que simulé guardarlo dentro mío, yo les digo que lo llevo encarnado en mí, y nadie podrá sacarmelo de ahí. 

 
 
 

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