Babilonia, una hora entre criados
Es una obra del gran Armando Discepolo, un verdadero clásico de la dramaturgia argentina que se reinventa con los años y las nuevas interpretaciones. La historia de inmigrantes europeos que llegaron a estas tierras para hacerse la América y terminaron trabajando en un sótano por un humillante cambio de techo y comida.
La obra pudo disfrutarse en el teatro Gastón Barral durante los primeros sábados de Noviembre y la última semana del mismo mes -con un presentación posterior en diciembre- en el Teatro Cervantes.
Por supuesto, fui dos veces: una en cada teatro. Fui cronista de ATE! en una de las reseñas que más disfrute realizar y fui porque fundamentalmente creo en Natalia Dal Molin, quien encarnó el personaje de la China en la obra -en ambas oportunidades invitada incluso por ella-.
"Hasta la China con vos" fue el posteo dedicado a semejante actriz en el presente blog. Una mirada a la obra desde el personaje de Natalia -la crónica formal de la obra entera pueden buscarla en la página de Acá también estamos!-; la experiencia de vivir una función teatral desde otro enfoque, me permitió ver y sentir cosas que la primera vez no había podido detectar. Y sobre todo conocer otro perfil de Naty a quién había conocido llorando en el cuarto de Milagros y en esa oportunidad la vi iluminando las butacas con su sonrisa.
Por un 2017 plagado de obras así!
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