...y terminamos como empezamos, juntas y de la mano.
Gracias por acompañarme siempre... en mis logros, mis tropiezos, mis caprichos, mis ocurrencias, y mis tremendas inestabilidades.
Gracias por creer en mí y permitirme vivir los momentos más importantes -al menos hasta ahora- de mi carrera profesional a tu lado, TANTO que incluso estuviste firme el día de mi entrega de diplomas. Y debo confesar que el día que supe que te ibas del instituto lloré hasta un poco más de lo que dice Pablo; sentía me que robaban una parte de mí, y eso de "más sola que en 2do año de ISEC" era verdad". Tenía una docente de TV que destacaba los "defectos" o "desarreglos" físicos que presentabamos, que no tenía ni la más puta idea de cómo realizar un programa pero que sin embargo se nos reía por la cucaracha y como nunca en mi vida, me desmayé en pleno móvil; sentía el desarraigo de la profesora de Historia que también había dejado el instituto por desacuerdos con las autoridades; la profe de locución para la que las notas ya estaban practicamente puestas... o ¿cómo se dice cuando destacan el trabajo de unos pocos y el resto somos más de lo mismo?; y encima... la profesora de Foniatría me recomendaba cambiar de carrera porque no era lo mío... Aún así, me acompañaste, seguiste apostando en mí, lo que no es poco. Viviste a mi lado mis últimos pasos, tabn nerviosa y ansiosa como yo; y me di cuenta que dejar de compartir un aula no era tan tremendo como parecía... compartíamos la vida.
Gracias porque a pesar de ser ambas TAN ácidas en la vida, siempre conservamos la chispa para reirnos hasta de nosotras mismas.
GRACIAS por ser cómplice, amiga y compañera de ruta...
Por otro año más, Salud!
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