Hablamos de Milagros
y AmaRrados; conversamos de la China y Babilonia;
te crucé en el subte cuando al bajar me topé con la publicidad de Ver... y
te nombre ciento cincuenta millones de veces entre la radio, ATE! y mi propio
blog, y aunque en uno de los posteos hablamos de "las tres", no
quería cerrar el año sin agradecerte a vos... a Natalia Dal Molin. La
actriz rosarina -lo cual amé, porque Rosario es y va a ser eternamente
mi lugar en el mundo- y geminiana, que desembarcó en Buenos Aires en busca de
cumplir sus sueños. De hecho, mientras buscaba fotos tuyas en la web conocí un
portal que no solo tenía muchísimas, sino que además te habían hecho una nota
que titularon como "Creer en los sueños" -de allí saqué
la presente en el post-.
Gracias por la entrega, el compromiso, la buena vibra y las invitaciones. Gracias por permitirme disfrutar de la obra y de vos misma; por llevarme al punto cúlmine de sentirme destrozada cuando veía a Milagros completamente rota en el suelo, y reírme cuando miraba tu sonrisa desde la fila nueve en el Teatro Cervantes. Como actriz sos indiscutible -y definitivamente no lo digo solo yo-, pero sobre todo quiero destacar la calidad humana, la muchacha tan integra que sos... la que siempre tuvo palabras lindas para conmigo; esa que me aplaudió que asista a sus obras cuando en realidad el placer es mío; la misma que siempre destacó mis escritos de manera pública y privada. Gracias por darme el lugar y la libertad de poder expresarme y no cansarte de las veces que me leíste. Gracias por dejarnos acompañarte, prestarte para la entrevista de Limón y Sal cuando tenías mil cosas por hacer en el medio de una pasada pre estreno con Babilonia; y permitirme ser un poquito tu compañera de ruta.
Quiero brindar con vos, por un 2017 lleno de éxitos en el plano profesional como personal; por que si las lágrimas invaden tus ojos solo sea sobre las tablas y las sonrisas conquisten cada uno de los aspectos tu vida...
Gracias por la entrega, el compromiso, la buena vibra y las invitaciones. Gracias por permitirme disfrutar de la obra y de vos misma; por llevarme al punto cúlmine de sentirme destrozada cuando veía a Milagros completamente rota en el suelo, y reírme cuando miraba tu sonrisa desde la fila nueve en el Teatro Cervantes. Como actriz sos indiscutible -y definitivamente no lo digo solo yo-, pero sobre todo quiero destacar la calidad humana, la muchacha tan integra que sos... la que siempre tuvo palabras lindas para conmigo; esa que me aplaudió que asista a sus obras cuando en realidad el placer es mío; la misma que siempre destacó mis escritos de manera pública y privada. Gracias por darme el lugar y la libertad de poder expresarme y no cansarte de las veces que me leíste. Gracias por dejarnos acompañarte, prestarte para la entrevista de Limón y Sal cuando tenías mil cosas por hacer en el medio de una pasada pre estreno con Babilonia; y permitirme ser un poquito tu compañera de ruta.
Quiero brindar con vos, por un 2017 lleno de éxitos en el plano profesional como personal; por que si las lágrimas invaden tus ojos solo sea sobre las tablas y las sonrisas conquisten cada uno de los aspectos tu vida...
SALUD NATY!
No hay comentarios:
Publicar un comentario